“ Ahora pienso, viendo el pasado, que no peleamos contra los enemigos; peleabamos contra nosotros mismos. El enemigo estaba en nosotros. La guerra se acaba ahora para mí, pero siempre estará presente, por el resto de mis días… Hay veces que me he sentido como un niño, nacido de aquellos dos padres…”
Y ahora nos toca hablar de otra institución americana: Oliver Stone, director de cine que tuvimos la ocasión de verle en Bolivia el año pasado por su documental ‘Al Sur de la Frontera’. Stone era un favorito recurrente de los miembros de la Academia, al menos por ellos quienes veían en él el artesano del cine político y autocrítico de su país; ha tocado muchos temas espinosos, ingratos pero necesarios; entre ellos su trilogía sobre la Guerra en Vietnam: ‘Platoon’, ‘Nacido el Cuatro de Julio’ y ‘La Tierra y el Paraíso’.
La producción de Pelotón fué una pesadilla de principio a fin, Stone estuvo en la misma guerra de Vietnam y al finalizar los 60s le envió un guión inicial al mismísimo líder de los Doors: Jim Morrison (tiempo más tarde se supo que Jim seguía estudiándolo en París al momento de fallecer); tuvo que aplazar su idea debido a la salida de otros films en los 70s que seguían tratando con crudeza el tema de Vietnam, en especial ‘Apocalipsis Now’ de Coppola; cuando sintió que estaba listo para una nueva generación la presentó en 1986. Rodada en Filipinas, el casting fué de lujo conformada por jóvenes que luego harían historia en el cine americano con muchos varios destinos: Charlie Sheen, Tom Berenger, William Dafoe, Forest Whitaker, Kevin Dillon, Johnny Deep, Corey Glover, Francesco Quinn entre muchos otros: era una gran película coral y para añadir polémica a los actores se les exigió un plan riguroso de ambientación, creando traumas y haciendo trabajar a full time al psicológo, como ejemplo de este período se les exigió realizar labores recurrentes del ejército como cavar fosas para los muertos.
Chris Taylor (Sheen) aterriza en plena guerra de Vietnam y formará parte de una tropa con los sargentos Barnes (Berenger) y el sargento Elias (Dafoe), las acciones de las que Chris tomará parte cuestionan y sorprenden su capacidad de comprensión, la villa, las reuniones de grupo, la locura de Barnes y la amistad de Elias le tenían en rumbo hacia el fin de su inocencia; Chris se somete al peor de los aprendizajes: ver en directo, participar en directo, de la decisión sobre los límites de la vida por la guerra misma.
Nosotros le acompañamos, estamos con él, con la tropa y con sus vivencias, no es una muy bonita experiencia les diré pero es una aventura, muy bien hecha y si bien ahora sirve como mensaje demagógico de prevenir a la guerra como método del hombre a la larga sigue conservando ese recuerdo de película de guerra bien hecha, bien dirigida y muy impactante; de lo mejor del género. En los Oscar fué nominada a 8 premios y ganó 4: mejor película, mejor director, mejor sonido y mejor edición de sonido, no ganó en ninguna categoría actoral pero Berenger y Defoe fueron nominados a mejor actor secundario.
Sí, ése es Charlie Sheen.
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