"- Respecto a los cargos, creo que merezco algo de reconocimiento por parte de este tribunal.
- perdón?
- Sí.
- No entiendo...
- Cuál parte?"
He de agradecer a todos, muchas muchas gracias, hemos llegado por el momento a la última parte de este especial dedicado a un director importante, un visionario sin lugar a dudas, a David Fincher y su última obra por el momento: 'The Social Network', todos esperamos que su versión de 'La Chica con el Tatuaje del Dragón' de la saga Millennium siga demostrándonos su gran estilo visual, narrativo y cinematográfico.
El éxito de 'La Red Social' ha tomado a todos por sorpresa, a la crítica y a los espectadores porque no se esperaban - no esperábamos - semejante trabajo con bajo presupuesto y un guión impecable (gracias a Aaron Sorkin, todos los méritos hacia él) fruto de la adaptación del libro 'Millonarios por Accidente' de Ben Mezrich, y reitero la palabra adaptación porque el libro es transformado de tal forma que Sorkin entrega en bandeja de plata una de las historias más completas sobre amistad, sobre ambición, sobre (des)confianza.
Como ya todos conocemos facebook y ya le hicimos una reseña en este blog, ahora nos limitaremos a otros aspectos mucho más puntuales: por ejemplo, esa cinematografía, esa fotografía que a muchos molesta pero que a otros nos fascina: es marca de David el manejo del brillo, luz y colores dentro de ambientes oscuros y nocturnos, más meritorio si debe relatarse en espacios cerrados, en oficinas, en aulas, en habitaciones.
Por ejemplo, las actuaciones, todas mayúsculas, todas rayando la perfección: Jesse como Mark está incontrolable al hacernos creer el genio y la soberbia que presume, así como su defecto a ser alguien sociable, algo tan fuerte que no puede superar a pesar de estar creando el imperio más impresionante de nuestro últimos tiempos. Andrew Garfield como Eduardo Saverin enternece, nos cae bien todo el tiempo, le entendemos lo que hace, Justin Timberlake como Sean Parker asusta, se come la pantalla, se adueña de las mentes, nos hace creer en el éxito, nos da miedo sus traumas; Armie Hammer hace de dos hermanos gemelos, con eso les digo todo, todos son humanos al fin y al cabo.
Y por último, esa música: desde las pistas musicales más diversas (White Stripes, 10 cc, Dennis De Laat, Dead Kennedys y los Beatles, que más se puede pedir?) hasta la banda sonora más adecuada gracias a Trent Reznor y Atticus Ross, no nos olvidamos de un montaje soberbio, una narración fluida y una dirección certera: cierto que en 'Zodiac' debía concatenar tiempos, cierto que en 'Benjamin Button' debía narrar con espectacularidad, cierto que en 'El Club de la Pelea' tiene mayor ejercicio de estilo visual y de guión; no ha importado que David haya filmado su película más sencilla resultando en su obra más compacta, aún así y con sus menos recursos, nos ha maravillado a todos.
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