sábado, julio 07, 2012

‘Los juegos del hambre’; ese posible futuro

 
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- Qué pasará cuando regresemos?
- No lo sé. Supongo que trataremos de olvidar.
- Pero yo no quiero olvidar.”
(Peeta y Katniss)

 

Al fin, después de tres meses de retraso en relación a todo el mundo, se llegó a exhibir en salas bolivianas la versión cinematográfica de ‘Los juegos del hambre’, la última obra literaria de gran popularidad que ha sido llevado al cine. Bolivia ha demostrado una vez más esa incapacidad para seguir al resto del planeta, de estar al día en las propuestas artísticas (porque eso es el cine, un arte) y de paso llegó en una temporada donde el principal complejo de cines ha incrementado el coste de las entradas, en resumen; un monto que fué duplicado de los $3 a los $6 en menos de un año. No hay cómo justificar semejante incremento así que en lo personal, habrá mucho tiempo hasta que vuelva a estas salas y optaré por otros medios menos prohibitivos.

De la novela a la película

Suzanne Collins se metió en el proyecto junto con el director para escribir el guión de la adaptación, entonces la Lionsgate ya había encadenado a Gary Ross para que se ponga detrás de las cámaras tras comprobar el afán de éste para dirigir una historia que le guste. Además de la tremenda responsabilidad de producir una película que guste tanto a los fanáticos más fieles de la novela así como a los espectadores nuevos y ávidos de mejores propuestas que las deficientes entregas de los libros de Meyers y las respetables adaptaciones de los libros de Rowling. Con el casting completo se procedió en secreto a la filmación y el marketing viral dió sus resultados en el impresionante estreno ocurrido en el mes de marzo, logró un éxito muy sonado al quedarse cuatro semanas en el podio del film más taquillero en los Estados Unidos y lograr el álbum más vendido (siendo un soundtrack) en el Billboard 200, algo que no ocurría desde hace mucho tiempo. Porqué estábamos ante un gran éxito mientras la Disney despedía a su presidente por el fracaso de otra adaptación igual de popular? El caso es que si ‘John Carter’ se presentaba tan mecánica y pesada pues ‘The hunger games’ se presentaba ligera y cuidada, y esto fué lo más importante para un amplio sector de espectadores, siendo su núcleo los adolescentes y jóvenes.

 

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En el futuro territorio de los Estados Unidos llamado Panem reina un gobierno autoritario y opresor, que se ha adueñado de la tecnología bélica y ha condenado a todos los demás territorios en un regreso al pasado. No fuera nada de malo vivir en el futuro, en esos distritos y con esa pobreza; el problema es que el gobierno no cree en la esperanza colectiva de elegir algo diferente al destino que les han programado (interesante versión light de ‘1984’ de Orwell) y para ello entretiene al público con un reality show sangriento llamado los juegos del hambre, donde cada año se reúne a un muchacho y una muchacha de cada distrito a competir por su supervivencia en unos juegos crueles de vida o muerte; mientras ellos se someten a la locura planificada la mitad del pueblo les apoya y la otra mitad se indigna y se somete, es el recuerdo de que han sido derrotados en una anterior guerra.

Peeta, el amor y el destino

Pues en el Distrito 12 se encuentra la chica destinada a cambiarlo todo, Katniss Everdeen, pero ella no lo sabe. Todo sucede cuando se realiza el sorteo (una cosecha de las parejas en cada distrito) y de la forma más espeluznante sale elegida Prim, su hermana. No hay nada que hacer ni decir, y es un sentimiento genuino que sucede cuando alguien que quieres se enfrenta a un riesgo impensable como la hermana mayor que es y por el gran amor que tiene a su pequeña, se ofrecerá como voluntaria.

Pero como toda tragedia moderna aqui surge la pareja de Katniss para los juegos, ni más ni menos que la persona que alguna vez le ayudó a seguir con vida, el hijo del Panadero llamado Peeta quien no se cree su elección, acepta lo que le ha tocado, continúa y se adapta a las reglas, sobrevive. Aquí estamos afirmando el actor que es Josh y el gran actor en el que puede convertirse, a todos aquellos que aspiran a esta profesión vean la escena cuando Peeta no puede mirar a Effie y Katniss tras ser elegidos y se alejan de su distrito, contención y lágrimas, soberbio.

 

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Una adaptación respetuosa

Tengo la impresión personal que el mayor acierto de Gary Ross ha sido el casting, que Jennifer Lawrence y Josh Hutcherson hayan encarnado a Katniss y Peeta concuerda con todas las expectativas imaginativas de los que hemos leído las novelas. Faltaba comprobar si la narración y el guión hacían justicia al primer libro de la trilogía y es aquí donde encontramos las luces y las sombras de este interesante film, porque semejante esfuerzo monumental por parte de todos los actores no se ve recompensado en justicia con el guión firmado por Ross y la mismísima Collins.

Porque la introducción que los espectadores tenemos del Distrito 12 es impresionante, yo justifico el uso de la cámara nerviosa a lo Paul Greengrass porque ese realismo (esa pobreza de las casas gracias a los decorados) es tan verídico y tan creíble que uno agradece que hayan sido fiel a la novela. Cuando se presenta a Panem comienza el choque entre el diseño futurístico (que no tenía muchos detalles en el libro) y retornamos a la cruel naturaleza artificial cuando los 24 jóvenes compiten en los juegos. La escena de Katniss recordando sus bosques en el holograma de su cuarto en Panem… simplemente impagable.

 

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Empero hay un apresuramiento desmedido en el último cuarto de la película, tras elevar la tensión vemos que las situaciones se aceleran para compensar todo lo anterior y esto se descontrola en el desenlace final, carente de la potencia con la que se había conducido toda la película. Como noticia buena debo decir que este hecho no debilita mucho esta película pero deja la sensación de que podía arriesgarse más, teniendo a Jennifer y Josh en gracia…una pena.

La gran virtud de ‘Los juegos del hambre’ de Gary Ross es que al principio no parece ser una película de su director, que maneja bien los suspensos y la acción y que respeta las emociones de los lectores y fans a la fuente, aunque la música no sea lo más rescatable (salvo unas pocas composiciones de James Newton Howard) y se hayan hecho concesiones a lo escrito podemos concluir que su visionado es satisfactorio, que logra muchos de los propósitos que ha buscado entre ellos la crítica social sobre la irresponsabilidad del poder, la manipulación de la esperanza y el desvergonzado espectáculo de torturar a los más jóvenes. Gracias a este entorno tan terrible hemos sido testigos de la lucha de Katniss Everdeen, nuestra heroína, y hemos sido testigos del inicio de una trilogía que promete mucho, esperemos que Francis Lawrence – a quien le tengo mucho temor – logre al menos lo logrado aquí.

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Sigue el especial en el blog:

Jennifer Lawrence, perturbador talento
La música en ‘Los juegos del hambre’
Películas de cacerías y futuros distópicos
‘Battle royale’; hambre de juegos mortales
Gary Ross; director de ‘Los Juegos del hambre’
Josh Hutcherson siempre será ese muchachito
Los juegos del hombre: cine, entretenimiento y barbarie