"No todo es jugar a ser Dios, un genio como él puede comprender a los desamparados ... Para eso es un autor, para demostrar lo duro que es y las cosas terribles que puede enseñarnos"
(Adrian Massanet, www.blogdecine.com)
A pesar del ácido y sarcástico comentario arriba escrito, es grato para mí anoticiarles y dedicarles lo que vendrá a convertirse en el siguiente especial del blog: las reseñas de las películas de Darren Aronofsky para así terminar (de momento) esta trilogía de especiales a los últimos directores visionario que ahora trabajan con éxito: Darren, david Fincher y Christopher Nolan, quien diría! es como una de esas extrañas coincidencias que puede dar la alegría cuando se anuncie, que los tres directores sean nominado para la categoría a Mejor Director en la ceremonia de los Oscares muy pronto, cabe esa posibilidad y no podemos obviar éste talentoso director.
Considerado por mucha gente como uno de los mejores directores de la década aunque en vida tiene muchas similitudes con Chris Nolan, tal vez debido al hecho de que sus primeras pelìculas (Pi y Following) se filmaron con la humildad del blanco y negro y ambas en 1998. A su vez el genio sin límites de Darren se ha acuñado en la actual esfera de cineastas creando pasiones entre sus fans (me inclino a sus pies señor Aronofsky) y odios entre sus detractores (quienes le acusan de extremista visual, ni menos). Este profesional judío nacido en el Brooklin Nueva York en 1969 (1 año más que Nolan) acudió a Harvard donde no sólo se graduó en Antropología con honores, sinó que se dió modos para estudiar filmación y animación, consiguiendo reconocimiento con su tesis de grado. Su título de director lo obtuvo del Conservatorio AFI en 1992 y preparó durante 6 años su ópera prima: Pi.
Considerado por mucha gente como uno de los mejores directores de la década aunque en vida tiene muchas similitudes con Chris Nolan, tal vez debido al hecho de que sus primeras pelìculas (Pi y Following) se filmaron con la humildad del blanco y negro y ambas en 1998. A su vez el genio sin límites de Darren se ha acuñado en la actual esfera de cineastas creando pasiones entre sus fans (me inclino a sus pies señor Aronofsky) y odios entre sus detractores (quienes le acusan de extremista visual, ni menos). Este profesional judío nacido en el Brooklin Nueva York en 1969 (1 año más que Nolan) acudió a Harvard donde no sólo se graduó en Antropología con honores, sinó que se dió modos para estudiar filmación y animación, consiguiendo reconocimiento con su tesis de grado. Su título de director lo obtuvo del Conservatorio AFI en 1992 y preparó durante 6 años su ópera prima: Pi.
Luego del éxito de ese fantástico thriller Darren supo que tenía el contacto con seres divinos y que le explicaban el funcionamiento de la miseria humana, filmando a viento y marea dos proyectos crudos y duros: Requiem For A Dream y The Fountain por el cual fué criticado por quienes antes le venían alabando, Darren vuelve a sumergirse en la historia del ser común y torturado otorgando en The Wrestler una prueba de entendimiento del ser humano muy personal.
No contento con eso le ha rendido honores a la mujer en su faceta de artista mediante una película esperada por todos sus seguidores; Black Swan, que hasta este momento ha superado en crítica sus otros trabajos y del cual no tenemos noticias de su proyección en Cochabamba, demonios, no importa, para cuando llegue a ella la habré visto.
Porque Darren se lo merece, gracias por seguirnos en este nuevo y esperado especial
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