
En el Ultimatum de Bourne un periodista inglés descubre que el caso Treadstone se ha salido de control y el gobierno americano lo convierte en un programa matriz llamado Blackbriar (sí, al final del La Identidad de Bourne mencionan este programa), pero no es prudente y toda la maquinaria de la CIA va tras el, Bourne se encuentra con la noticia y empezará a buscarle también para terminar de una buena vez con su amnesia y vengar completamente al amor de su vida Marie, mientras Bourne recorre Francia, Inglaterra, España y Marruecos los malditos de la CIA iran tras el haciéndole un doble juego del gato y el ratón, al final Jason deberá retornar a Nueva York, escena final y desenlace maestro de la saga.
Técnicamente superior a lo esperado, bajo el maestro Greengrass los ojos te dolerán por el realismo que le imprime, las persecuciones a pie, las persecuciones en auto, los planos, los diálogos y la sensación de nervios y calma desesperantes de Jason me dejaron atónito; mientras John Powell compone la música de fondo, detectivesca a momentos y vibrante en otras, como en Marruecos donde Bourne debe encontrar a su némesis antes que encuentre a su apoyo por los tejados de las casas ni que decir del sonido…
Para rematar veamos los lugares que nuestro amigo tuvo que recorrer para llegar a su destino en las tres películas: Marsella, Costa de Italia, Viena, Paris, Costa francesa, Goa en la India, Napoles, Munich, Berlin, Moscu, Paris, Londres, Madrid, Tangiers y Nueva York, saludos Jason Bourne, has reinventado el género de los agentes secretos.
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