‘Let Me In’: déjame entrar en tu sangriento corazón

 

“ – Quiero irme! Me dejarás?

- Te dije que no podríamos ser amigos.”

(Owen y Abby)

 

Y… está hecho. Ya tenemos la siguiente gran película de horror y romance desde… hace mucho rato. ‘Let Me In’ (‘Déjame Entrar’, 2010) una excelente recomendación de cine de vampiros y más que eso: un cuento romántico entre dos niños que parecen muy diferentes pero cuyo destino ha sido el encontrarse.

Hace dos años Tom Alfredson tuvo la suerte de dirigir ‘Let The Right One In’, un film sueco adaptado de la novela del mismo nombre de John Ajvide que contaba la historia de un niño de 12 años que conoce a una (niña) vampiro. Tanto la novela como el film fueron éxitos en Europa y su adaptación americana era cuestión de poco tiempo; el elegido tras las cámaras ha sido Matt Reeves a quien ya le vimos con mucho talento manejando actores, escenarios y efectos en la interesante ‘Cloverfield’ (’Mounstruoso’, 2006). Una buena elección ya que su versión también ha recibido felicitaciones incluso del anterior director y del mismo autor del libro. Alfredson fué el elegido para la versión americana pero el renunció porque prefirió ver una versión nueva de su obra, algo que luego celebró al considerar que Reeves no hizo un remake sino una versión homenaje.

La historia mis amigos no es difícil: Owen vive con su madre separada de su papá, vive en Nuevo México en un lugar demasiado frío y tenebroso; Owen es un chico solitario que busca la manera de (sobre)vivir en el pueblo y vive reprimido por las torturas de malvados compañeros de escuela. A su vecindad llegan una niña y un señor: Abby y quien parece ser su padre. De pronto llegan las desapariciones, los crímenes y los macabros hallazgos de cuerpos, cada vez más cerca y más cerca de la casa de Owen. Mientras tanto Owen y Abby se hacen amigos.

 

Y se enamoran, cada cual a su modo. Owen tiene problemas al principio para aceptar a Abby tal y como es pero dada su terrible vida social y su inocente corazón le acepta al saber la verdad. Abby es quien muestra menos expresiones porque su personalidad se ha estancado en su edad y en su necesidad. Pero cuando muestra cariño a quienes ama lo hace de una forma muy propia: manos, rostros, abrazos. No sabemos porqué es así, el origen de su situación. Cuando ambos comienzan a conocerse suelen pedirse permiso para saber más de sus vidas, ocurre a todo nivel: desde ingresar a sus casas hasta la forma en que abren sus corazones, siendo el corazón de Abby el más enigmático, el más oscuro y por su naturaleza… el más sangriento. Seremos testigos del desarrollo de los acontecimientos y de los crímenes y sabremos (en forma muy previsible) que nada bueno le espera a la relación entre estos dos niños.

 

Este muchacho Kodi Smit-McPhee en el papel de Owen me ha parecido una grata sorpresa y Chloe Moretz como Abby me ha dado otra alegría, no aparece mucho (sería polémico si se dieran más imágenes de su sangriento personaje), Chloe lo tiene todo para triunfar en el futuro ya que desprende un carisma automático en la pantalla y rinde en todo tipo de actuaciones: la amiga en ‘500 Días con Ella’ ó la impresionante Hit-Girl en ‘Kick-Ass’ ya conforman el currículum de la – ahora estoy más convencido – más grande actriz infantil del cine americano en este momento (tráguense eso chicas Disney). Ellos dos son el apoyo de la película sin el cual la acertada dirección de Reeves, la música de Giacchino y la fotografía empleada no darían un producto tan bien elaborado. Sólo me duele recordar los efectos especiales que no parecen estar a la altura y uno que otro bajón en la narración del guión pero que no desmerecen el conjunto.

Cine de vampiros de verdad (otro trago para los fans de la saga ‘Crepúsculo’) que sale airoso al narrar amor infantil en su historia, ‘Déjame Entrar’ muestra la universalidad del amor a costa de muchos obstáculos.