“-Siempre estaré aquí.”
(Yuuki)
El Japón es el sueño, mi sueño, el de millones de personas que admiramos una cultura tan hermosa, tan fuerte, una nación que como en el transcurso de su historia se levanta de las adversidades, aprende de sus acciones, mira al futuro.
El lamentable suceso del terremoto del día de hoy 11-03-11 con una magnitud de 8.9 grados Richter me trae un triste recuerdo: la serie de animación llamada 'Tokyo Magnitude 8.0' producida en 11 episodios por el Estudio Bones y ganadora del festival Japan Media Art el año 2009.
En esta dramática (terriblemente dramática) historia nosotros seremos los compañeros invisibles, los espectadores de primera línea de un terremoto de 8.0 grados que sacude la vida de los habitantes justo en los distritos de Tokyo en pleno día. Dos niños serán los protagonistas: Mirai y Yuuki Onozawa, Mirai es la mayor y al principio es una niña con los problemas típicos de la preadolescencia, en cambio Yuki es apenas un crío, con toda la belleza de la inocencia que la niñez recuerda. Salen a pasear al inicio de sus vacaciones de verano cuando...
El dolor. La muerte. Los sobrevivientes. Mirai y su hermanito deben convertirse forzadamente en supervivientes y comienzan su periplo para aguantar emocionalmente una tragedia como la que viven, increíble de veras. Se despliega un realismo que asusta y nuestros pequeños héroes reciben apoyo del ciudadano coún, de gente shockeada como ellos pero que se aferran a continuar viviendo, una tristeza que se siente y aún más cuando la animación nos presenta lo peor de estas catástrofes: las horas siguientes del terremoto. Porque la historia que se cuenta no es divertida más todo lo contrario... lo reconozco, pensé mucho en esta serie al enterarme de la terrible noticia. Asusta ver cómo la realidad supera a la ficción, muchas veces.
La naturaleza es a veces implacable, a veces conviene recodar la fragilidad de la vida y cómo deberíamos valorar nuestra existencia frente al destino incierto, el misterio de la muerte es tan grande como el milagro de la vida.
Que viva el glorioso pueblo japonés! Nippon no hitobito ga eikō o okuru!!!!
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