DreamWorks: ‘Pollitos en Fuga’; el holocausto de las gallinas

 

 

“   Ahora , lo más importante de todo es que tenemos que trabajar como un equipo, lo que quiere decir: harán todo lo que yo les diga”.

Rocky (Mel Gibson)

 

Tras el batacazo sufrido a muchos niveles por ‘The Road to El Dorado’, DreamWorks Animation se tomaba un descanso de sus labores de producción, mientras sus labores empresariales dedicadas al rubro de la comercialización y distribución de productos de animación extranjeros a gran escala tomaba rumbo, la primera en desembarcar a tierras americanas sería una película filmada en la tremendamente laboriosa labor del stop-motion: ‘Chicken Run’ (‘Pollitos en Fuga’, Peter Lord, 2000). Todo un acierto, saber alentar una bellísima película con corte de clásico y proveniente de los estudios ingleses Aardman, para la música estaban contratados Harry Gregson-Williams y John Powell y para las voces dobladas adivinen quien era el principal invitado. Mel Gibson.

Situada en los campos rurales de Yorkshire, Inglaterra; un grupo de gallinas observa con terror el cambio del negocio de la matrona de la granja, cambiando la venta de huevos (negocio que las tenía tranquilas) por la tecnificada elaboración de pasteles de pollo. Esto supone la muerte en serie de las gallinas y su justificado temor frente a su horrible futuro. Ginger es la heroína que comanda las operaciones de escape y aunque son infructuosos, no pierde la esperanza. En eso llega – de forma accidental - un gallo de cresta roja: Rocky, quien a primera vista será su esperanza para lograr la huída de las infortunadas. Piensan que sabe volar! Rocky les oculta su origen, su orgullo se desborda y su alarde le engrandece, es el héroe y la esperanza para este grupo de féminas desesperadas.

 

Y como han debido suponer, todo se torna de blanco a gris. La revelación de la verdad sobre Rocky ocurre justo en los momentos más críticos en la situación del grupo. Rocky decide, piensa y al final se involucra en la causa.

Preciosa película de animación artesanal, que logra transmitir el clima sombrío y de desconsuelo de un grupo que afronta la peor de las decisiones: la muerte por unos seres que se creen superiores. El sencillo pero precioso guión se respeta en la atmósfera gris de la granja, en las gesticulaciones vocales (con dientes? jeje) de las aves y la maldad de la Señora Tweddy. También es una parodia demasiado crítica y no tan infantil sobre el holocausto, decisión arriesgada que para los niños puede pasar desapercibida pero para otros no es sencillo de asimilar viniendo recuerdos de tantas películas sobre los campos llenos de judíos en la Segunda Guerra Mundial. Logra incluso sus propósitos de entretener y homenajear, gustamos de ver los números de canto y baile por un lado que distraen y alegran al espectador, deseando lo mejor para este grupo de gallinas. A manera de homenaje recordamos a Steve McQuenn en ‘El Gran Escape’ (1963) cambiando el escape del subterráneo por un escape aéreo.

 

Con un presupuesto de 45 millones de $ e ingresos por 224 millones, el gran éxito de ‘Pollitos en Fuga’ posibilitará más proyectos de este estilo, mientras DreamWorks prepara el lanzamiento de una historia de cuento de hadas que recopila sin respeto a todos los demás cuentos de hadas, la comandará un ogro verde.