“ Tu no sabes lo que significa no tener patria.”
Tal vez ni siquiera Steven Spielberg se lo propuso pero ahora el tiempo le ha dado un buen lugar a su película ‘Munich’, para quien esto firma y hasta este momento se erige como la última gran película de este famoso aunque irregular cineasta. Por tratar temas tan impactantes sobre el terrorismo de estado y el respeto de la vida confundida por tolerancia y venganza, la verdad es que su mensaje sigue al día de hoy muy, muy vigente.
En las Olimpiadas de 1972 en la ciudad de Munich Alemania, un grupo de infiltrados asesina a deportistas olímpicos israelitas en uno de los capítulos más sangrientos del moderno conflicto árabe e israelí, en represalia y en forma encubierta un grupo de asesinos organizados en forma encubierta por el Gobierno de Israel se dedicará a contrarrestar el efecto de semejante acto perpetrando actos violentos, buscando venganza y matando a los cabecillas ó involucrados de lo realizado en Munich. Es así como Avner (Eric Bana en una convincente actuación) y su grupo recorre el mundo, en secreto, para vengar a sus compatriotas.
En uno de esos encuentros facilitados por mercenarios millonarios, se topan con otras facciones de palestinos que realizan otras operaciones similares, por lo que el clima de desconfianza es tenso. Como a Spielberg le encanta dar gotas comedia dentro de terribles dramas seremos testigos de escenas jocosas como la elección de la música de la radio donde el personaje de Daniel Craig y el acompañante eventual pelean por decidir qué escuchar, quedándose al final con ‘Let’s stay together’ del mítico Al Green. Mientras esto ocurre Avner y el representante de la otra facción se encuentran en vigilancia y sucederá esta (importante) conversación, no tan importante para el film sino – véanlo en perspectiva – para el espectador de hoy.
De lo mejor de Spielberg en muuuucho tiempo.
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