“ Qué es lo que saben ustedes, anunciantes, sobre las carreras?!?!”.- JP.
Tuvimos ocasión de asistir a nuestra cita anual con el Overload cochabambino 2011, esta vez con gran asistencia, mucho comercio y gran sentido de unión en una comunidad tan dinámica como la nuestra, como siempre da gusto y placer ver vigentes nuestras aficiones y observar con alegría las nuevas formas que el animé y sus plataformas se renuevan año tras año. Felicitaciones pues, a los organizadores.
Automovilismo y animé. tanto material que se puede explotar y tan pocos resultados, claro que estamos lejos de comentar una nueva versión de ‘Meteoro’ pero lo que vamos a reseñar con este post juega en otra liga, a medio camino entre los autos y la ciencia ficción; una película que tardó 7 años en desarrollarse, ni más ni menos. Y es que ‘Redline’ pertenece al laborioso estudio Madhouse y en este mastodóntico proyecto toda una industria ha sido involucrada y todos ellos han sido homenajeados, pero vamos por partes.
Los autos locos de Takeshi Koike
Koike debuta como director de este film, para quienes no le conozcan estamos hablando del pupilo (de nada más y nada menos) de Yoshiaki Kawajiri, el aclamado escritor y director de ‘Ninja Scroll’, ‘Vampire Hunter D’ y ‘Wicked City’. Con semejante maestro las aficiones de Koike no podían ser más correctas: el expresionismo alargado que se notan en los rostros de los protagonistas y ‘Redline’ va de eso, precisamente va de caras.
JP es un corredor forjado tras una dura niñez y una personalidad sin tapujos, chulo de primera y encaramado en un ridículo jopo; vemos cómo casi logra completar el circuito espacial de Yellowline, al perder la carrera y estar accidentado es rápidamente solicitado para entrar (por la ventana) a la carrera más mortal, desvergonzada y criminal de todos los circuitos del universo: el Redline, que se correrá en Roboworld. El gobierno del planeta desconfía de la carrera – con mucha razón - y se interpondrá en la organización, que dicha sea de paso se llena de corrupción, de traición, de espectáculo televisivo manipulador, de comercio, lujos y poder que se juegan en la competencia. Como actualmente sucede!
Pero JP sigue siendo un niño confiado y encomienda su auto y sus accesorios competitivos a su jefe de técnicos y su poca gente que confía, en el medio se fija en una chica similar en orígenes a él: la decidida y centrada Sonoshee, quien perturba su mente (y algo más), poco tiempo les quedará, hasta que comienza la carrera.
Prodigio de animación técnicamente bien desarrollada, en ‘Redline’ asistiremos a unas carreras frenéticas que contraponen a unos escenarios espaciales poco trabajados, pero de qué vamos a quejarnos? es puro machismo sin esconder nada, las mismas féminas participan de todo este show y todos los extraños corredores acceden a nuestra simpatía gracias a un carisma conseguido en segundos. Los malos pueden no serlo a primera vista, las escenas pueden ser impredecibles en un instante, nada parece ser lo que es y no habrá descanso para la retina. Porque ‘Redline’ acribilla todo sentido con cada giro en el argumento. Exagerada de principio a fin, es acompañada por una música trance (obra de james Shimoji), unos colores, sonidos, fotografía y una animación que notan los años que se pasaron dibujando cada caótica escena, tal vez por ello ganó mucho reconocimiento internacional en los festivales donde pasó. Y lo más interesante de todo es que deja buena impresión al terminar! que la competitividad (que parece ser su tema) puede ser tan fugaz como una ilusión o tan sólida como los mismos motores que corren en estos vehículos. Veremos que le depara el futuro a Koike y a Madhouse.
p.d. Un saludo cordial a mis amigos Juan José Heredia y Jinna!!!! Visiten el facebook de Aniplush!!!
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