“ – No te preocupes Harry, mi mamá solía decirme que las cosas que perdemos tienen una forma de volver a nosotros al final… aunque no siempre del modo que esperamos.”.(Luna Lovegood )
Y, hace 4 años y parece que fué ayer cuando se estrenó ‘Harry Potter y la Orden del Fénix’, el primer film que la WB y los productores asociados le encargaron al director de televisión británico de nombre David Yates. Para muchos de nosotros se tornó en nuestra primera experiencia en manos de un director netamente británico y que venía de una escuela cinematográfica diferente; supusimos que era visión nueva y estilo nuevo al servicio de la magia de la saga. Hubo mucho de acierto en su elección pero también mucho de descuido, en cuanto al quinto film de la saga y en función del tiempo transcurrido podemos decir que hubo más puntos positivos que negativos.
Harry comienza el año con el recuerdo de la muerte de Cedric y el retorno material de quien-no-debe-ser-nombrado. Sus amigos siguen junto a él pero debido a su conexión con el señor oscuro el mismo Dumbledore pone distancia de Harry. Se encarga al profesor Snape la labor para su entrenamiento mental en oclumancia y así fortalecerse en las tortuosas intervenciones del mago malvado, empero Hogwarts cambia de administración: el ministerio de magia se vuelve miope, comienza la influencia de Voldemort en todos los ámbitos de la vida de los magos y alcanza al mismo ministro. Una de sus seguidoras, la malévola Dolores Umbridge sube a cargo de directora y Harry viéndose abandonado por sus profesores acepta entrenar a sus amigos, conformando una nueva versión de aquel grupo que enfrentó a la oscuridad tiempo atrás, la llamada ‘orden del Fénix’.
Dirección sobre la marcha
Con guionista nuevo y bajo la dirección de Yates obtenemos un producto bien trabajado y efectivo, más realista pero dejando de lado los espectaculares efectos especiales y la aventura de las últimas dos entregas en servicio de una historia más cercana a un thriller policíaco ó político. A Yates de seguro le encantan las tomas que ponen en primer plano a Umbridge o al ministro con las notas de prensa del periódico de los magos, mientras que narra una serie compleja de eventos. Hay una fotografía difuminada que cumple el cometido de ver todos los ambientes como clásicos, así como decorados menos sorprendentes que antes: el castillo, el puente, la habitación del entrenamiento, ya no sorprenden.
Es que HP5 no era un film fácil, tiene muchas concesiones fílmicas a favor del espectador (como la cómica escena de juventud del padre de Harry) y otras en detrimento (como las pocas intervenciones de Voldemort, oculto en las tinieblas). El campo actoral no mejora y eso es evidente en los tres amigos: Harry, Hermione y Ron no se cargan el film; y la formación de la nueva orden carece de la potencia que debería, son tantos que nadie logra destacar como secundario y al final uno se queda con una sensación amarga por no observar protagonismo por parte de los buenos, eso sí, Imelda Staunton como Dolores Umbridge es la mejor contribución del film.
Empero sí hay mucha seriedad, hay un guión bien elaborado y un montaje preciso. La historia principal crece hasta derivar en una batalla que está muy interesante pero que se traiciona asimismo por culpa del mismo libro, donde el mismo Harry sigue mucho tiempo sin explotar, sin ser el valuarte de la defensa de Hogwarts, sigue sin asumir su liderazgo y aunque sea apenas un muchacho esto contradice los esfuerzos de la misma autora. Felizmente (y aquí viene lo bueno del film) su final es muy bueno! Harry observa la tragedia de su padrino, la rabia le consume y cruza las barreras del buen mago para ir tras Bellatrix. Esos 5 minutos que implican la batalla con Dumbledore y el señor oscuro levantan y justifican una película compleja, larga, igual de esperada, pero sin el poder que lucían brillosos las dos últimas películas.
Anexo. Harry Potter y la magia de las bandas sonoras
Colosos de la música han estado contratados por la WB en la elaboración de las partituras dentro de los films de Harry Potter, son nombres muy conocidos (unos más que otros) y que han puesto su talento en bandas sonoras adecuadas en el contexto de cada escena y de cada película, repasemos a estos profesionales:
El maestro John Williams pone los puntos en ‘La Piedra Filosofal’ en un soundtrack con 19 temas que ya se consideran clásicos, entre ellas la famosa tonada de Harry Potter (‘Hedwig’s Theme’). Williams repite su labor con los 20 tracks en ‘La Cámara de los Secretos’ y los 21 de ‘El Prisionero de Azkaban’ donde termina su participación con un álbum demasiado novedoso aunque no tan brillante como los dos primeros, para destacar de éste OST tenemos la coral ‘double trouble’. Patrick Doyle asume el trabajo para ‘El Cáliz de Fuego’ con un producto soberbio, contando con la London Philarmonic Orchestra y concediendo dos temas brit rock muy divertidos a otros autores (‘Do the hippogriff’, wtf? jeje).
Yates trajo a Nicholas Hooper para ‘La Orden del Fénix’ con un resultado muy mixto, a pesar del buen inicio y el uso de instrumentos nuevos, no es de los más recordados. Hopper saca más provecho con los 28 tracks de ‘El Príncipe Mestizo’ empero no convence lo suficiente para su cambio. cambio que ocurre contratando a Alexandre Desplat en ‘Las Reliquias de la Muerte Parte 1’, soberbia banda sonora de principio a fin y que suena en los momentos más contundentes del film y apoya asimismo los momentos más flojos, por su parte también se concede lo suficiente para escuchar a Nick Cave (‘O children’) en el baile entre Harry y Hermione. Desplat también nos deleitará con la música para ‘Las Reliquias de la Muerte Parte 2’, ya nos escuecen las orejas!
Sigue el especial en el blog de alexdangelo:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario