“ Deténlas….las lágrimas…haz que paren….”.(Natsuki)
Mamoru Hosoda mis amigos, el nuevo genio de la animación japonesa que está volcando la admiración que todo el mundo le tiene a Miyazaki para darle muy pronto el título de su heredero. Hosoda ya impresionó hace unos años con su ágil dirección en dos films de la serie Digimon (la no tan buena ‘Digimon Adventure’) y una película de la serie ‘One Piece’. Es el mismo que ganó la atención del planeta al ganar el premio de animación de Japón por la bellísima ‘La Chica que saltaba en el tiempo’ –que comentamos aquí - y que con el mismo estudio Madhouse y con la misma pasión nos trae ‘Summer Wars’, su nueva obra maestra.
Bienvenidos al mundo de Oz: la megared social
Basado en un cortometraje previo, Hosoda nos trae su visión del mundo moderno: la humanidad tiene a Oz: una mega red virtual en el Internet que hace las veces de red social y de red de gestión económica y productiva. En Oz –como se nos comenta- todo el mundo tiene su otra personalidad: tiene un avatar, que es como nuestro representante en esa realidad; un chibi simpático que muestra nuestros gustos y que viajan en la red comprando cosas, compartiendo experiencias, participando del mercado, comunicándose, en fin. Es como el facebook elevado a la potencia facebook.
Natsuki es una muchacha en problemas, su abuela Sakae cumplirá 90 años y se aprovecha el acontecimiento para la gran reunión de la familia, mejor dicho, del clan Jinnouchi, antigua y legendaria familia que ha participado en batallas épicas y escritas en la historia del Japón. Natsuki engancha a Kenji para que asista a la reunión, Kenji no lo sabe y asiste. Una vez allá se da cuenta que el verdadero plan de Natsuki era presentarle como su novio! jeje. Ella lleva adelante esta temeraria mentira para contentar a su abuela quien no tiene confianza en la madurez de su bisnieta. Kenji no es un muchacho espectacular, es honesto y buena gente con un corazón transparente; también es un excelente matemático y trabaja como operador de mantenimiento de Oz.
Una vez reunida la numerosa familia se desencadenan varios problemas siendo el principal el terrible hackeo al sistema de seguridad de Oz que interfiere con las redes de gestión del servicio público: cual escenario de terrorismo todo el mundo se ve afectado por desastres, incendios, catástrofes, mal funcionamiento de los sistemas, y éso sólo es el principio. Kenji y el primito de Natsuki, Kazuma; tratan de reponer a Oz del malvado ‘Love Machine’; cuando descubren que el virus se propaga engullendo los avatares de las personas en todo el mundo, poco tiempo y muchos problemas.
Impresionante remix del futuro y del pasado
Natsuki es la típica chica que se mete a un lío por salir rápidamente de otro, su familia no es así y por lo visto la gran abuela Sakae se ocupa de demostrarnos –incluido los espectadores- de qué madera estaban hechas las antiguas generaciones: matriarca de su familia: toda una vida de trabajo, de madre, mujer y esposa se ven bellamente esbozados con su breve pero perfecta participación. El paso del mando de los mayores hacia los más chicos se observa en el detalle de actuación de cada miembro de la familia: vejetes, maduros, abuelos, padres jóvenes, madres divorciadas, jóvenes complicados, jóvenes comprometidos, jóvenes trabajadores, adolescentes, niños juguetones y en medio de todo esta reunión… Kenji.
La historia de Kenji y Natsuki ni siquiera raya en lo profundo y se agradece, porque ‘Summer Wars’ toca un tema de mayor importancia: la responsabilidad. A todo nivel vemos cómo la falta y la presencia de responsabilidad es importante para mover y unir a la sociedad, no sólo la que vemos cada día! también aquella que estamos realizando cada día en nuestros mundos virtuales, donde las distancias aparentemente desaparecen; responsabilidad con poder y poder con responsabilidad.
Un guión que no baja en ningún momento unido a un trabajo de animación sencillo como efectivo; con las maquetas que nos recuerdan a los personajes de ‘La chica…’ y con una ambientación rica en colores, sonidos, efectos y fotografía. Una edición cuidada al milímetro con una banda sonora preciosa; en resumen todo, pero todo le ha salido bien a Hosoda: ha logrado unir dos realidades tan cercanas al ser humano actual como son el respeto por la tradición familiar con las nuevas formas de comunicación virtual y todo ello a través de la historia de una familia típica, con sus problemas familiares de alto volumen como toda familia en el mundo. Tal vez por ello el mensaje del film ha sido bien asimilado en todas partes, la familia por donde se vea, es la familia.
Preciosa aventura moderna que se las arregla para brindar romance, comedia familiar y drama tecnológico, talvez una obra visionaria que con sus premios sumados y su reconocimiento mundial (ganadora de muchísimos premios en festivales internacionales) ha vuelto a comprobar el poder de la animación japonesa, ese grandioso pueblo…. Koi Koi!!!!
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