"Yo soy Hit-girl."
No tenía el placer de conocer a Matthew Vaughn, supe de él como el colaborador habitual de Guy Ritchie en los años de Snatch (se acuerdan esa donde Brad Pitt actúa de irlandés? jeje) y como el marido de Claudia Schiffer, pues Matthew ha dirigido la adaptación del polémico cómic Kick Ass en un film irreverente, moralmente cuestionable y con una nueva forma de divertir al género de los héroes.
Dave es un muchacho normal, friki y que sueña con los superhéroes, a la usanza de Sipderman pero con la practicidad de un Batman adolescente y curioso tanto como ingenuo, adquiere resistencia al dolor pero encuentra en su camino a Hit-girl, una niña cuya infancia ha sido reemplazada por el entrenamiento militar a cargo de su padre, otro héroe enmascarado con el objetivo de vengarse del malo de turno.
Kick-Ass como film tiene grandes logros siendo el principal el introducir la polémica pero grandiosa actuación de Chloe Moretz (Hit-girl) la niña que mata, asesina y reparte sangre a mogollón con antecedentes que la justifican (al personaje me refiero), otro logro es la dirección artística lograda a partir de una fotografía exquisita y similar al encuadre de los cómics. Tenemos fallos, uno de ellos es la actuación débil de ciertos secundarios y el otro es la guionización con arcos muy flojos como el romance de Dave y Katy, las influencias Tarantinianas están ahí pero demasiado encajadas a calzador, lo mismo vale para la música que a momentos sorprende y a momentos hasta es predecible.
Sobre la acción sí hay satisfacciones y pasan por la aparición de Hit-girl en pantalla, su apretado presupuesto ha sido bien utilizado (el final sí que es interesante ché!) y el drama a gotas se ha ubicado en lugares apreciables para el público, la cuestión moral de que uno casi siempre prefiere quedarse al margen de un delito y si se mete al lado justiciero éste le aparta hasta la marginalidad no es tan fuerte como el hecho de educar a una niña y enseñarle sobrevivencia en base a la muerte del enemigo, jeje. Por eso a Matthew se le puede agradecer el haber sido valiente e intentar llevar el espíritu de un cómic tan interesante en un film semiprovocativo como Kick Ass.
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