- Yo estoy tan sólo un poco bi-furioso!"
(Ramona y Scott)
Tuve el honor de conocer a Edgar Wright, su curriculum es corto así que estaré investigando sus otras obras. Tampoco leí el cómic de O’Malley que viene en varias aventuras, todas como protagonista a un muchacho canadiense llamado Scott Pilgrim y sus distintas aventuras.
Scott (Michael Cera, el chico de Juno)ya vive separado de sus padres aunque sigue en contacto con su hermana, tiene una banda llamada Sex-B-Omb especializada en el rock garaje, ha tenido desamoríos fuertes y actualmente sale con Knives; su vida cambia cuando conoce a Ramona (Mary Elizabeth Winstead), una chica extrovertida, diferente, popular, oscura, intrigante y con un pasado…no! Con siete pasados!, jeje; ha tenido seis exnovios (y una exnovia). Scott no lo sabe hasta que decide cortejarla, decisión que le trae consecuencias: pelear (literalmente hablando) con sus ex y afrontar la ruptura que debe provocarle a Knives.
Y toda la película es un festival de colores, sonidos, estéticas y culturas modernas mundiales que deberíamos ver, observar, analizar y adoptar: los videojuegos de los 80s, 90s, del nuevo milenio, la música, la moda, las personalidades y los efectos que Wright otorga hacen pensar en un cine que respeta a regla las normas de la adaptación, y si no fuera un cómic la fuente del film estamos ante una propuesta diferente y fresca que lamentablemente tiene un alcance limitado (aún más con las anteriores generaciones). Lo que no es obstáculo y más bien se presenta como una cualidad es el conflicto juvenil de Scott, muchacho que aprende a ser conciente del amor que cree sentir por la chica, no aprende a separar a la persona de Ramona del personaje de Ramona lo que le debe asumir en un duro autoaprendizaje, también veremos las lesiones que su corazón ha sufrido y las que él mismo provocará en otras personas a lo largo de la historia.
Habré visto un film visionario o sólo ha sido un accidente? Sólo el tiempo lo dirá.
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