DreamWorks fué fundada en 1993 a partir de tres grandes inversionistas: Steven Spielberg (quién? jeje), David Geffen (el productor cinematográfico) y Jeffrey Katzerberg (ex ejecutivo de Disney), al principio su rubro era el servicio tecnológico para los estudios que deseaban emplear sus técnicas de CGI; el año 2000 a la luz del éxito de ANTZ (1998) se crea DreamWorks Animation Studios, una división que en una década ha producido la friolera de 19 films (casi a dos por año) tanto en films 3D como en animación clásica.
Ahora abrimos un nuevo ciclo de especiales dedicados esta vez a un estudio de películas, donde hay mucha gente con mucho talento que vive y se desvive por entregarnos cada cierto tiempo muchos buenos productos y donde también conviene delimitar la frontera, hablaremos sólo de sus films en 3D y prescidiremos de sus obras de animación: El Príncipe de Egipto, El Dorado, Spirit y Sinbad, por motivos de comparación artística. Todas las demás (desde ANTZ pasando por SHREK y terminando en MEGAMIND) verán su comentario aquí, espero estar a la altura aunque mínima.
El comentario generalizado sobre los productos de la DreamWorks es que su lugar de segundones en el mercado de la animación digital infantil no está bajo riesgo; empero ser segundos detrás de una empresa como Pixar no debe ser algo muy bonito que contemplar, se nota que conocen la comedia moderna y saben cómo conectar con el público infantil en base a historias sencillas y presentaciones bien hechas aunque a la hora de la verdad y como se ha visto en los últimos años su impotencia de competir directamente con la Pixar se ha hecho relevante en muchos aspectos, entre ellos el de no estrenar film al mismo tiempo que el estudio de Luxor. Muchachas y muchachos, chicos y chicas bienvenidos entonces a este nuevo especial!!!!!
El año 2003 CNN informaba la situación económica de los estudios más importantes de la animación occidental, indicando que si bien DreamWorks generaba más ingresos por negocio, las utilidades eran más consistentes en Pixar, Productividad y rentabilidad no siempre van unidos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario