jueves, diciembre 30, 2010

David Fincher: El Curioso Caso de Benjamin Button, la más elaborada y la menos interesante

"Tu vida se define por la oportunidades, incluso aquéllas que se pierden."
David Fincher trabajó a carrera para tener lista el 2008 la adaptación de un relato a priori interesante: la vida de Benjamin Button: un extraño caso de ficción donde un hombre nace viejo y a medida que el tiempo avanza se vuelve más joven, tamaño proyecto sólo podía llevarse a cabo con sus exigencias de manera que los dos estudios involucrados - Paramount y Warner Bros -  preveyendo que sería un exitaso de aquellas que marcan época, pueda darle lo necesario, lo que él pida.

Y así fué. David al frente y todo su equipo técnico habitual con él: Claudio Miranda en la fotografía (su habitual), Alexandre Desplat como el compositor de la banda sonora, Brad Pitt nuevamente trabajando con David y Cate Blanchett en el reparto, y claro, los dos estudios que pagarían los sueldos y la publicidad. Un proyecto mastodóntico en todos los sentidos: tenemos el esfuerzo, por ejemplo, de recrear New Orleans desde los años 30 hasta los últimos instantes de la gran catástrofe que significó el Huracán Katrina el año 2005 fué un esfuerzo técnico y artístico loable; los vestuarios y los escenarios del Bayou, de las ciudades americanas y mundiales así como el manejo de luces, montaje, edición y dirección, todo lo visto quedó terminado en el film de una manera correcta; gran esfuerzo que empujó a retrasar su estreno: de mayo 2008 a diciembre del mismo año.


Demasiado correcta para mi gusto. La sensación creíble de ver la historia de la vida de Benjamin se instala en el espectador casi desde el principio por lo que toda la narración de la película llega a concentrarse en pasajes de su vida: claro que nos sentimos identificados con su vida por que compartimos con él muchas experiencias propias pero siempre me trae a recuerdo un regusto amargo de ver un Forrest Gump en reversa y un Titanic por el estado de la abuela en el hospital, y es que el Curioso caso en sí ya no es tan curioso: no sorprende! no veo una polémica al estilo Fincher, veo su estilo visual pero no le encuentro el riesgo que estaba acostumbrado en sus films: el romance entre Benjamin y Daisy es una bella historia pero se queda en un cuento clásico; con moralejas que ya predecíamos y sin la sensación de nervios y de tensión de este director todoterreno. Ya lo dije antes, porque éste es mi segundo post sobre este film, el penúltimo que a la fecha ha realizado este sobresaliente profesional y que estaba destinada a triunfar en todas partes pero que quedó ahí, sin más.

En la entrega de los Oscars, Slumdog Milionaire ganó lo que debió ganar. Y David y Brad perdían, al fin candidato a mejor director en todos los premios, pero perdía.

No hay comentarios.: