
Debo confesar que si me guiaba por el título, esperaría un film romántico y porque Campanella es algo como así como Almodovar con sus toques argentinos, y que creen? pues me topé con una interesante película.
Ambientada en la Argentina de 1974, Benjamín Espósito y su amigo Sandoval trabajan en la burocracia judicial argentina y se topan con un crimen horrendo: el asesinato de una bella mujer y como caso complicado que es, tanto hallar al culpable como hacer justicia se volverán tareas titánicas y difíciles...aunque no estan solos, les acompaña Irene: su jefa en la administración de justicia y además objeto del sentimiento de Benjamín. La película tiene dos vertientes: la reconstrucción del caso que los protagonistas conocen (y nos hacen saber a medida que pasa el metraje) y la historia de la novela de Benjamín a través de ese caso, esto como excusa de la relación platónica que mantiene con Irene, el resultado es algo difícil de conseguir hoy en día venga de donde venga: presentar las perfectas porciones de drama, de suspenso, de romance y de narración sin caer en el aburrimiento.

Técnicamente vemos otros logros: la dirección, las actuaciones, las locaciones y el excelente montaje (la escena del partido de Racing y Huracán es una joya que recuerda esas preciosidades que hacía Brian De Palma) y las escenas que comparten Benjamín e Irene son formidables, aunque yo me quedo siempre con el mensaje latente: la forma en el que las personas actuamos movidos y motivados por nuestras pasiones a las cosas que amamos y estimamos y como dijo Sandoval son incambiables, son casi casi ...eternos.
Y felicidades al grandioso pueblo argentino por su segundo y merecido Oscar :D
No hay comentarios.:
Publicar un comentario